domingo, 12 de julio de 2009

Modelos en Econometría: Una Revisión Histórica



Los modelos de ecuaciones simultaneas, fundamentadas en modelos estructurales, tienen un auge durante el cambio tecnológico de los procesos computacionales. Recordemos previamente que en 1930 se funda la Sociedad Econométrica. Así, los modelos previos fueron basados en metodologías estadísticas, desarrolladas en el entorno de la Comisión Cowless en los años de 1951, donde destacaba el doctor en economia Tjallin C. Koopmans. (en realidad su formación profesional fué como físicomatematico), holandés de nacimiento y nacionalizado norteamericano. El Dr. Koopmans y su equipo desarrollaron las metodologías de planteamiento y solución óptima de las ecuaciones simultaneas con varias variables económicas, para la asignación óptima de los recursos económicos; compartió el premio nobel con el ingeniero y economista ruso Leonid Kantorovich en 1975.
La crisis del petróleo en los primeros años de 1970, desmoronan los modelos estructurales, los mismos que tampoco servian para explicar el comportamiento de las variables que modelan los instrumentos financieros y las tendencias de las Bolsas de valores. Sin embargo las economías todavía utilizan modelos econométricos estructurales, como es el caso de la vigencia hasta entonces del modelo Klein-Golberger, del cual derivaron dos conocidos modelos con los cuales se analizaba la economía norteamericana (Brookings Model y Wharton Econometric Forecasting Model). Según la Comisión Cowles (Una fundación creada por el Millonario Alfred Cowless), el modelo sustentado por la teoría económica clásica vigente y los conceptos macroeconomicos Keynesianos, representaba con suficiencia el conjunto de observaciones posibles que se observaban en los mercados bajo estudio. Así, el modelo consideraba el carácter de una hipótesis nula, que se fundamentaba en:
1) Una hipótesis principal , a la luz de la teoría económica vigente.
2) Un conjunto de hipótesis auxiliares (ad hoc) que formalizaban los supuestos sobre la distribución de los términos de error .
Entonces la Econometría buscaba modelizar los fenómenos económicos, diseñando metodologías para lograr estimaciones con alto grado de precisión de los parámetros y luego contrastar la hipótesis nula contra las observaciones reales. Entonces, se ensayaban diferentes especificaciones como transformación a las variables del modelo, agregación de nuevas variables para mejorar los valores de los parámetros, eliminar algunas variables que presentan problemas de multicolinealidad ó cambiar la metodolgía de estimación econométrica para mejorar las especificaciones de las perturbaciones aleatorias.
Para 1944, el Dr. Trigve Haavelmo muestra la dirección que tomaría la Fundación Cowles, la cual fue apoyada por la Universidad de Chicago. Así los modelos básicos multecuacionles basadas en la estadísticas fueron notablemente exitosas y luego aproximan las bases de los modelos de Máxima Verosimilitud aplicados a mediados de 1950.
Históricamente desde 1959, hubieron importantes avances teóricos, como el desarrollo del modelo general para la estimación de Variables Instrumentales (VI) (D.Sargan 1958) y el de los Mínimos cuadrados en 3 etapas (MC3E) (Zellner y Theil 1962). Algunos desarrollos en las pruebas de diagnóstico, como el trabajo sobre las pruebas de heterocedasticidad y estabilidad (G.Chow 1960), muestran un mayor énfasis en probar los modelos que estaban surgiendo por entonces, promovidos por los Bancos Centrales, que buscan constrastar los modelos Macroeconométricos de la década de los 60´s.
Para los economístas científicos, la utilización de variables auxiliares, representa la modificación ad hoc del modelo y por lo tanto rompe con la tradición Popperiana, dado que resultaría algo así como un atajo al proceso de falsación del modelo, de allí las críticas a la forma como se construyen estos modelos y al concepto de exogeneidad e independencia.
El Dr. Robert Lucas, basándose en la Teoría de las Expectativas Racionales, encuentra que hay fallas en los modelos estructurales ("Econometric Policy Evaluation: A Critique") en 1976. Para el Dr. Lucas; si los agentes económicos son capaces de prever las futuras acciones de la política económica, entonces toman decisiones para neutralizar sus posibles efectos, por ello los cambios previstos no sólo modifican la trayectoria de las variables sino también el orden de causalidad, luego el modelo (o sus ecuaciones) también son modificados y el modelo inicial estructural ya deja de representar al fenómeno y esto es un error de especificación.
Por los años de 1980, la crítica de Lucas, reformula los modelo econométricos, puesto que se desarrollan modelos invariantes ante cambios en la política económica, como los desarrollos teóricos basados en la ecuación de Euler y los estimadores del método generalizado de momentos de Alvin Hansen.
Luego por esos años, el trabajo del Dr. Christopher A. Sims (Matemático y Economista) sobre los modelos de los Vectores Autorregresivo (VAR), crea muchos expectativas sobre estas metodologías, creciendo el interés en los modelos de variables dinámicas y en las propiedades de largo plazo (Long run) de los modelos econométricos. La propuesta del Dr. C. Sims parte de la consideración de la forma en que se aplica un conjunto de medidas como política económica, no es una elección entre diferentes reglas de política, sino es un proceso de predicción de los efectos de pequeños ajustes a los valores de ciertas variables relevantes para los agentes económicos, así; la crítica de Lucas (según el Dr. Sims) operaría solo en casos excepcionales. Una crítica sobre las expectativas racionales, es que son variables no observables y por lo tanto sus transformaciones no necesariamente son invariantes, de allí que para muchos economistas modernos, prefieran no utilizarlas en sus modelos.
Para 1990, el Dr.Clive Granger, premino Nobel de economía, desarrolla un modelo econométrico, basado en Cointegración, Raíces Unitarias y consigue mejorar tremendamente las condiciones de estabilidad de las variables, cuando se desarrollan los modelos a largo plazo. Muchas variables macroeconómicas, como el consumo y el ingreso, poseen una tendencia definida, lo que permite analizar en el tiempo a ambas variables, de la manera como ambas se comportan a largo plazo, equilibrándose mutuamente.
Ahora con los aportes del Dr.David Hendry (Universidad de Oxford), se consigue probar la estabilidad de los modelos estructurales, donde el punto crítico es la exogeneidad de las variables. Surgen ciertas condiciones que validan los modelos macroeconometricos estructurales, como son Consistencia Teórica y replicabilidad del modelo, se definen asi los conceptos de exogeneidad debil y exogeneidad fuerte, que permiten considerar la construcción de un modelo que tiende a ser invariante ante cambios en la política económica.
El futuro de la macroeconometría, va por la reevaluación de los modelos estructurales mas avanzados, incluso el ya fallecido Dr. Grainger, decía "...en series de tiempo, los modelos univariados no pueden considerarse relevantes para la mayoria de los propositos practicos de la econometria...", asi, los modelos que han querido aplicar desarrollos matemáticos deducidos de modelos que desde su formación tenían inconsistencias con la economia positiva, por ello, en el caso de las tecnicas de Data Mining, estas fueron duramente criticadas por llevar los datos a desarrollos polinomiales de haste tercer grado y con ello, perder la veracidad real de estos, obteniendose resultados consistentes matematicamente, pero que no explicaban adecuadamente los fenómenos economicos del mundo real.
Finalmente, la econometria es una ciencia joven, que es pleno proceso de desarrollo, busca explicar y predecir los complejos fenómenos socioeconómicos, mucho mas complejos que los de las ciencias exáctas y fácticas, debido a que modelizar el comportamiento del agente económico sugiere el uso de un conjunto de variables que en ese momento de análisis le corresponde a determinado perfil de agente económico. En Verdad, nada fácil, pero tampoco imposible.

domingo, 21 de junio de 2009

Necesito verte nuevamente para poder
saciar ese deseo que me come dentro
para poder calmar ese gloriosos, doloroso
y angustioso amor, por no tenerte

Ese deseo de conocerte, hace de mi
un imprudente que cada instante se sumerge
como aquel amante inconsiente
que construye paredes con letras
y adora todo aquello que apeteses.

Deseos de tí, son deseos imposibles
pero no son los sueños increables
sino la realidad que las crea imposibles

Escribo para ti solo para tí
al igual que sé que no podrésaberlo todo de ti
pues conozco lo importante
desconozco tu leb...

Miguel Oliveria

martes, 5 de mayo de 2009

Inconsistencia Temporal

EL profesor Xavier Sala-i-Martín catedratico de de Columbia University y profesor visitantede la Universitat Pompeu Fabra. Escribió la siguiente columna:

Cómo Encontrar la Flauta Mágica
“Al oír la melodía que emanaba del instrumento mágico, todas las ratas de la ciudad siguieron frenéticamente al músico. Éste las guió con pericia en dirección a un río que acabó arrastrándolas hacia la muerte. Cumplida su misión, el flautista regresó a Hamelín para cobrar los mil florines que el alcalde había prometido. Para su sorpresa, éste se negó a pagar”.
¿”Para su sorpresa”? ¿De veras creyó que al alcalde le pagaría? ¿En qué planeta vivía ese flautista?
¡No! ¡No me entiendan mal! No lo pregunto porque los políticos tengan esa pronunciada tendencia a incumplir sistemática, patológica e impunemente sus promesas. Lo digo porque, desde el punto de vista de la sociedad de Hamelín, lo mejor que podía pasar una vez eliminadas las ratas era que el dinero público no se usara para pagar al flautista sino para construir escuelas y hospitales. ¡Y él lo tenía que haber imaginado! Fíjense ustedes en el fenómeno: antes de que desaparezcan las ratas, lo óptimo es que el alcalde prometa el oro y el moro a quien las extermine. Después de que desaparezcan, sin embargo, lo mejor para todos es que no pague. Lo que es bueno antes de que se produzca el hecho deja de ser bueno después. Este es un fenómeno tan común en nuestro mundo que los economistas le han dado nombre propio: inconsistencia temporal. De hecho, es tan importante que dos de los primeros economistas que lo analizaron, Finn Kydland y Ed Prescott, acaban de ganar el premio Nobel del 2004. Lo interesante es que la conclusión a la que llegan es, digamos, …deprimente: cuando la gente inteligente entiende el problema de la inconsistencia temporal, ¡la sociedad acaba en una situación trágica!
Me explico con un ejemplo de siniestra actualidad: los secuestros. Antes de que se produzcan, lo mejor que puede hacer el gobierno es jurar y perjurar que nunca negociará con secuestradores porque si éstos saben que no sacarán nada, no se molestarán en chantajear y se acabará la extorsión. El problema es que, una vez se ha producido el secuestro, lo mejor es negociar. Al fin y al cabo, ¡una vida vale mucho más que unos miles de euros! Si los secuestradores pensaran que la política de “no negociar” es creíble, no habría secuestros. Pero como son inteligentes, entienden que eventualmente el gobierno va a cambiar de opinión. ¿El resultado trágico?: el mundo está lleno de secuestradores… y encima les pagamos dinero.
Otro ejemplo de dramáticas consecuencias: el SIDA. Antes de que se descubra una vacuna, hay que inducir a las farmacéuticas a invertir en I+D. Para ello, lo mejor es prometer que se respetarán sus derechos y se les permitirá cobrar royalties y ganar así mucho dinero. Una vez inventada la vacuna, sin embargo, lo óptimo es obligarlas a regalarla. Al fin y al cabo, ¿cómo vamos a impedir que se salven los ciudadanos que no pueden pagar si existe una salvación? De nuevo, el problema es que las farmacéuticas saben que, por más que se les prometa ahora, una vez obtengan una vacuna, la sociedad va a presionar para que se reparta gratis y ellas tendrán pérdidas monumentales. ¿El resultado trágico?: los recursos dedicados a investigar el SIDA desaparecen, la vacuna nunca se inventa y doscientos millones de africanos mueren.
Tercer ejemplo: la inflación. Antes de que empresarios y trabajadores acuerden precios y salarios, lo mejor que puede hacer el gobierno es prometer que no va a imprimir dinero para que todos piensen que no habrá inflación. Una vez han firmados sus contratos, sin embargo, lo óptimo es imprimir para reducir la tasa de paro. El problema es que empresarios y trabajadores entienden que el gobierno les va a traicionar y firman contratos anticipando aumentos sustanciales de precios. ¿El resultado trágico?: Inflación generalizada.
La inconsistencia temporal está por todas partes. La pregunta es: ¿cómo se soluciona? Pues la verdad es que es muy difícil. Los hermanos Grimm pudieron inventarse el final de su cuento y simplemente dotaron al flautista de Hamelín de la capacidad de atraer a los niños con su música y, gracias a ello, acabó cobrando. En la vida real, sin embargo, las flautas mágicas no existen y hay que buscar alternativas. La mejor es “atar las manos del gobierno” intentando impedirle de manera creíble que cambie de opinión … por más beneficioso que sea ese cambio. En el caso de los secuestros no parece que haya una manera creíble de comprometerse a no cambiar la decisión. En el ejemplo del SIDA, una solución es la creación de un fondo que solamente –la palabra solamente es importante- se pueda utilizar para comprar vacunas a precio de mercado (eso incentiva a las empresas a investigar porque el fondo “garantiza” que van a cobrar) y, una vez compradas, se regalan a los ciudadanos de África. De hecho, en 2002 se creó el Fondo Global de la ONU para la SIDA exactamente con este objetivo. Y en el caso de la inflación, una solución es separar creíblemente a la autoridad monetaria de lo que es el gobierno central. En los años noventa, muchos países aprobaron leyes que independizaban legalmente a sus bancos centrales (la Ley de Autonomía del Banco de España se aprobó en 1994). La consecuencia fue la reducción drástica de las tasas de inflación en todo el mundo.
El Nobel de este año galardona merecidamente a dos líderes de la escuela de Minnesota (la escuela clásica o anti-keynesiana de los años setenta) pero, sobre todo, premia unas ideas relevantes dentro y fuera de la economía, ideas importantes que nos ayudan a pensar en cómo encontrar la flauta mágica.
La Vanguardia, 17 Octubre 2004